viernes, 29 de junio de 2012

Un ángel contemporáneo


Artaud decía: "creemos en el poder absoluto de la contradicción". En alguna ocasión, he escrito que todos los genios han muerto. Hoy me contradigo en esta opinión, pues hace ya algunos años, descubrí a un genio en vida, sobre el que leído algunas proezas y que tenía olvidado en un rinconcito de mi mente, y que hoy merece de nuevo nuestra atención. Hablo del doctor D. Pedro Cavadas, cirujano plástico español, que ha alcanzado fama internacional debido a sus éxitos en trasplantes de extremidades en humanos, y por llevar a cabo en 2009 el primer trasplante de cara en España.
Recientemente, el doctor Pedro Cavadas ha reimplantado dos pies a un niño de diez años. Si reflexionamos unos minutos sobre esta proeza tan asombrosa y, a la vez, espectacular, quizás seamos capaces de conducir al máximo las posibilidades de vivir todos con ilusión, sin que se nos caiga el mundo a los pies por simples trivialidades cotidianas.
De todas las noticias que se dan por prensa y TV, ésta es de las pocas que no debemos dejar pasar. Por ello, escribo este último post, hasta el mes de septiembre en que me volveré a reencontrar con todos vosotros. 
Espero que en estos meses estivales la humanidad implore por el bien común, que la sensación de felicidad predomine para el conjunto de todos nosotros, que nuestra bondad que viene programada de fábrica en nuestros genes sea nuestro mejor atributo de amor y solidaridad de unos con otros.
El doctor Pedro Cavadas destaca por su singular personalidad. No es de los médicos que gustan llevar bata blanca ni ir trajeados. Su atuendo bohemio y hippie (a veces con un toque militar) es su pequeña marca de distinción. Algunos lo critican por parecer poco serio y "un poco extravagante" (dicho entre comillas) y por no llevar esas horrorosas corbatas que tanto gustan de usar sus colegas de profesión. Ya sabemos que en todas partes se cuecen detractores y admiradores. En ciertos aspectos, me recuerda al famoso y televisivo Dr. House (personas que hablan alto y claro). Un personaje de fuerte atractivo mediático, que no sólo vive para el dinero y para el poder del dinero, sino que dentro de lo sencillo (o complejo de su trabajo) encuentra la felicidad y la satisfacción personal que producen las cosas bien hechas, las cosas que se realizan por y con vocación, las cosas hechas con pasión y mucha preparación y estudio.
Por eso Epicuro dijo: "la felicidad y la bienaventuranza no son proporcionales a la riqueza, la elevada posición social o al poder, sino a la ausencia de dolor, a los buenos sentimientos y a un estado mental que establezca los límites de acuerdo con la naturaleza". Y Thoreau añadió: "Un hombre es rico en la proporción de las cosas de la que es capaz de prescindir".
El Doctor Cavadas es una persona altruista, de gran corazón y nobleza, que realiza una labor humanitaria admirable. Un ejemplo difícil de imitar. Admiro su trabajo y la serenidad que transmite en todo lo que dice.
Las críticas que se hacen del Dr. Cavadas simplemente surgen de la más pura envidia. No es Dios, pero hace milagros. Yo creo que es un profeta en su tierra, un genio en vida, alguien sobresaliente y con un gran talento (don) profesional ampliamente demostrado.

Final: "No suelen ser nuestras ideas las que nos hacen optimistas o pesimistas, sino que es nuestro talante optimista o pesimista el que hace nuestras ideas".- Miguel de Unamuno.
"Bienaventurados aquellos que pueden elegir sus propios derroteros".- David G. Meyer.
"El médico cura, la naturaleza hace bien".- Aristóteles.