viernes, 2 de septiembre de 2022

La vuelta


Estamos expectantes a la espera de un acontecimiento de gran calado y alto nivel que promete sorprender a su paso por las calles de la ciudad. ¿Se debe invertir en publicidad para garantizar un futuro mejor para la comunidad o para el desarrollo económico de la zona?

Todo tipo de inversión que sea rentable es, sin duda, positivo. Que las expectativas puestas en ello luego no sean las esperadas, es otra cuestión. De momento, no se habla de otra cosa que de lo que vamos a vivir próximamente, a pesar de los inconvenientes, que también los hay, y que para muchos suponen una prueba de destreza similar al acontecimiento en sí. Cierto es, que la gente, en general, suele ser muy comprensiva cuando de un evento de tales características se trata. Un hecho que seguramente marcará historia dado el enorme interés que despierta.

¿Crear historia o pasar a la historia?. Supuestamente lo uno debe llevar a lo otro, pero no necesariamente ocurre así siempre. ¿Hemos de apostar por algún tipo de acontecimiento que nos saque del letargo en el que nos ha sumergido la pandemia del coronavirus? Si eso sirve de alguna ayuda para animar a la gente, bienvenido sea. ¿Cuál será la temporalidad del acontecimiento? ¿Dará algún valor verdadero que perdure en el tiempo?

El historiador François Dosse, define el acontecimiento como "la llegada de lo nuevo", como "una singularidad que viene a romper el curso regular del tiempo". El polémico filósofo, psicoanalista y crítico cultural Slavoj Zizek, en su libro, titulado precisamente "Acontecimiento", en su parte final nos lleva a formularnos dos cuestiones esenciales para una comprensión más profunda del concepto, si es que ello es posible, o simplemente a plantearnos algunas hipótesis sobre el mismo. La primera es, ¿se puede deshacer un acontecimiento?. Y la segunda, que va ligada o aliada con la primera, sería: ¿aún es posible un acontecimiento? Desde luego, en la sociedad, parece evidenciarse un deseo de cambio, un acontecimiento. Mientras unos se muestran favorables a seguir la vida normal, bajo los parámetros ordinarios de todos los días, sin que ningún acontecimiento les distraiga o entretenga de sus rutinas diarias, otros, son conscientes partidarios de que un cambio es algo muy positivo, es decir, el deseo de que acontezca algo diferente, un acontecimiento distinto, que revitalice la normalidad de sus vidas. Según Zizek,"dicha división, no los acuerdos oportunistas, es el único camino a la verdadera unidad"

Nota: el término “acontecimiento" es muy amplio de analizar, pues engloba muy diferentes perspectivas del mismo. En esta ocasión, mi análisis no va más allá de un simple acontecimiento sobre un evento deportivo que hará revolucionar a toda una pequeña ciudad durante algunas horas.

jueves, 1 de septiembre de 2022

El tiempo es oro

Comienzo de Septiembre de 2022.  

Día nublado por donde vivo, pero sin lluvias. Según meteorología se espera alguna lluvia para este principio de mes. A ver si aciertan los expertos en predecir el clima. Hace mucha falta el agua. Estamos padeciendo una sequía que está haciendo historia. Los campos están esquilmados y las cosechas se están perdiendo sin que se pueda hacer nada al respecto. Como consecuencia cada vez hay más restricciones en el uso de agua potable ante la falta de la misma: pantanos al 10% de su capacidad, ríos sin apenas caudal, arroyos secos... O cuidamos el clima, o más tarde o más temprano, nos iremos al carajo todos. 

La vida sigue su curso y nosotros con ella... Es necesario caminar con pasos pequeños pero firmes. ¿Para qué ir rápido? Las prisas no son buenas consejeras, nunca lo han sido. Me estoy acordando de un libro que leí hace ya unos 15 años que se titulaba Elogio de la lentitud, de Carl Honoré.  Como bien señala el autor, "el tiempo es una enfermedad".

Tengo que organizarme mejor y encontrar algo de más tiempo para lo que verdaderamente me apasiona. Antes padecía afán perfeccionista y no avanzaba en nada de lo que me proponía. Por ejemplo, nunca veía uno de mis cuadros al óleo acabados. Siempre contemplaba algún defecto en la pintura que debía retocar. Ahora elogio la lentitud para algunas cosas tanto como la imperfección en cierta medida en otras. Somos seres imperfectos por naturaleza y gracias a esos pequeños detalles de imperfección, ahora voy acaso un poquito más rápido en mis cometidos. No miro el reloj, aunque soy muy consciente que el tiempo es oro. Al menos a mí el tiempo no me lo regalan. Más que lentitud, una mente creativa necesita de pausas, pequeñas pausas para descansar y que te llegue la inspiración para continuar.

Final: pensar en las musarañas, tampoco es una perdida el tiempo. Los más grandes filósofos y sabios de la historia, pasaban mucho tiempo en esa actitud pasiva. El tiempo no se pierde si amas lo que haces, aunque ese lo que haces, sea muchas veces, pensar en musarañas. Pero, ¿existe realmente el tiempo o es solo una construcción mental? Según Einstein el tiempo es relativo. Según la física actual, el tiempo es una creación de la mente, que es justo lo que han venido manteniendo por milenios, las diferentes tradiciones filosóficas. En fin, sin tiempo para más, me despido hasta la próxima.


miércoles, 31 de agosto de 2022

El sol siempre sale para todos

Como lo prometido es deuda, y creo que os prometí volver por el mes de septiembre, aquí estoy de nuevo. Lo que no dije es de que año. Mi última publicación fue a principios de verano de 2012. Han pasado justo diez años. Estamos a 2022. Mucho tiempo, sí. Tiempo que a mí se me ha pasado volando y en el que aún estoy en el intento de conseguir mi sueño.

Me faltó disciplina para continuar este blog, y lo dejé de lado olvidándome por completo de este asunto, al igual que dejo tantas cosas a medias, sin saber cuándo me pondré de nuevo en la tarea de terminarlas. O mejor dicho, dejaba por aquellos años, pero la vida cambia y ahora la disciplina forma parte de mi día a día. "Nuestra mayor debilidad es rendirnos. La forma más segura de tener éxito es intentarlo siempre una vez más"Thomas Alva Edison. Eso no quiere decir que vaya a aparecer por aquí a diario. Como dije en un post del pasado, si tengo algo que decir, escribiré; si no hay nada que contar, no publicaré nada, obviamente.

Tengo muchas tareas pendientes. Este blog es otra más.

Mi visión del mundo sigue siendo pesimista, pero dentro de ese pesimismo, ha nacido en mí una vitalidad desconocida e inaudita y, ello, a pesar de todo lo que hemos visto y vivido durante la década pasada, y que en algunos casos, para mal y, en otros, para bien, continúa en ésta recién iniciada. "Soy optimista. No me parece útil ser cualquier otra cosa".- Winston Churchill. 

Como acontecimientos a destacar de la década anterior, periodo en el que he estado desaparecida de mi blog, tenemos, por ejemplo, la crisis económica que se inició en el 2008; la salida del Reino Unido de la UE y la refundación de la Unión Europea como consecuencia del brexit; la guerra ruso-ucraniana que continúa; se aprueba el matrimonio de personas del mismo sexo en EE.UU, y en otros países, y con ello, resplandece el transcendental triunfo del movimiento LGTB y, por supuesto, también reseñar, una de las noticias más importante de la década, y que es de total de actualidad a día de hoy, como es la temida presencia del calentamiento global, que se ha convertido en un problema de gran magnitud con resultados que ya se están haciendo notar en todo el mundo. Este verano se están alcanzando temperaturas récord, que seguramente darán paso a eventos climáticos extremos para los que debemos estar alerta. Por otra parte, y en relación con lo anterior, la tecnología punta sigue el avance de la década pasada; infinitas investigaciones se ponen en marcha para combatir numerosas enfermedades graves, como el cáncer, y otras nuevas aparecidas a la luz de este nuevo siglo, alcanzando el nivel de pandemia, como el temido coronavirus, dejando a los gobiernos mundiales en jaque, buscando salidas y respuestas que ofrezcan soluciones de emergencia y duraderas a corto, medio y largo plazo. Tecnologías y avances que verán un rápido retroceso mundial si no se pone freno al calentamiento global, y a todas las catástrofes que vendrán ligadas a este fenómeno atmosférico causado por la mano del hombre. Un problema que está generando mucha preocupación a nivel mundial por el impacto que está teniendo en el momento presente y el que pueda tener en el futuro más inminente.

Con tiempo y paciencia, el sol siempre sale para todos. Y los problemas dejan de ser problemas, y aparecen las soluciones. El cambio climático cederá con el tiempo, y nuestros hábitos causantes de este mal, variarán, para adquirir otros nuevos que limpien nuestro querido planeta, intentando que todo quede como en los inicios de la formación de la atmósfera y de los océanos, hace unos 4.000 millones de años, según las hipótesis formuladas por los geofísicos. ¿Demasiado optimista?.

Nota: Aún falta un día para que comience Septiembre. Con un día de adelanto, doy comienzo "Un nuevo curso".

Final: Incluso la noche más oscura, terminará con la salida del sol".- Víctor Hugo. 



viernes, 29 de junio de 2012

Un ángel contemporáneo


Artaud decía: "creemos en el poder absoluto de la contradicción". En alguna ocasión, he escrito que todos los genios han muerto. Hoy me contradigo en esta opinión, pues hace ya algunos años, descubrí a un genio en vida, sobre el que leído algunas proezas y que tenía olvidado en un rinconcito de mi mente, y que hoy merece de nuevo nuestra atención. Hablo del doctor D. Pedro Cavadas, cirujano plástico español, que ha alcanzado fama internacional debido a sus éxitos en trasplantes de extremidades en humanos, y por llevar a cabo en 2009 el primer trasplante de cara en España.
Recientemente, el doctor Pedro Cavadas ha reimplantado dos pies a un niño de diez años. Si reflexionamos unos minutos sobre esta proeza tan asombrosa y, a la vez, espectacular, quizás seamos capaces de conducir al máximo las posibilidades de vivir todos con ilusión, sin que se nos caiga el mundo a los pies por simples trivialidades cotidianas.
De todas las noticias que se dan por prensa y TV, ésta es de las pocas que no debemos dejar pasar. Por ello, escribo este último post, hasta el mes de septiembre en que me volveré a reencontrar con todos vosotros. 
Espero que en estos meses estivales la humanidad implore por el bien común, que la sensación de felicidad predomine para el conjunto de todos nosotros, que nuestra bondad que viene programada de fábrica en nuestros genes sea nuestro mejor atributo de amor y solidaridad de unos con otros.
El doctor Pedro Cavadas destaca por su singular personalidad. No es de los médicos que gustan llevar bata blanca ni ir trajeados. Su atuendo bohemio y hippie (a veces con un toque militar) es su pequeña marca de distinción. Algunos lo critican por parecer poco serio y "un poco extravagante" (dicho entre comillas) y por no llevar esas horrorosas corbatas que tanto gustan de usar sus colegas de profesión. Ya sabemos que en todas partes se cuecen detractores y admiradores. En ciertos aspectos, me recuerda al famoso y televisivo Dr. House (personas que hablan alto y claro). Un personaje de fuerte atractivo mediático, que no sólo vive para el dinero y para el poder del dinero, sino que dentro de lo sencillo (o complejo de su trabajo) encuentra la felicidad y la satisfacción personal que producen las cosas bien hechas, las cosas que se realizan por y con vocación, las cosas hechas con pasión y mucha preparación y estudio.
Por eso Epicuro dijo: "la felicidad y la bienaventuranza no son proporcionales a la riqueza, la elevada posición social o al poder, sino a la ausencia de dolor, a los buenos sentimientos y a un estado mental que establezca los límites de acuerdo con la naturaleza". Y Thoreau añadió: "Un hombre es rico en la proporción de las cosas de la que es capaz de prescindir".
El Doctor Cavadas es una persona altruista, de gran corazón y nobleza, que realiza una labor humanitaria admirable. Un ejemplo difícil de imitar. Admiro su trabajo y la serenidad que transmite en todo lo que dice.
Las críticas que se hacen del Dr. Cavadas simplemente surgen de la más pura envidia. No es Dios, pero hace milagros. Yo creo que es un profeta en su tierra, un genio en vida, alguien sobresaliente y con un gran talento (don) profesional ampliamente demostrado.

Final: "No suelen ser nuestras ideas las que nos hacen optimistas o pesimistas, sino que es nuestro talante optimista o pesimista el que hace nuestras ideas".- Miguel de Unamuno.
"Bienaventurados aquellos que pueden elegir sus propios derroteros".- David G. Meyer.
"El médico cura, la naturaleza hace bien".- Aristóteles.

jueves, 28 de junio de 2012

Competitividad y espiritualidad

Después de ver el partido de ayer, no me resisto a la tentación de publicar un post más. ¿Seremos de nuevo los campeones? La Selección Española de fútbol nos ha dado otro alegrón. Ganen o no ganen la final de la Eurocopa, han demostrado ser un equipo de unión y no uno del montón.
En una competición, lo importante es dar lo mejor de uno mismo. En general no es posible controlar cómo lo harán los demás, pero sí la propia manera de actuar. Por ello, la preparación, la concentración y la relajación desempeñan un importante papel a la hora de sacar lo mejor de uno mismo. Una buena organización es fundamental si a ello le sumamos unas lecciones de filosofía personal sobre la competición sana. Laozi nos da un sabio consejo: "al competir con los demás, en realidad uno no está compitiendo con ellos, sino que tiene la oportunidad de competir consigo mismo". ¿Es posible hacerlo el próximo domingo, día de la gran final, mejor que ayer? ¿De cuánta capacidad dispone un ser humano para hacer su trabajo lo mejor que puede exprimiendo el propio potencial al máximo? Tanto si gana como si pierde, cada uno debe tratar a sus "oponentes" con respeto y gratitud. Mostrarse humilde en la victoria y cortés en la derrota, ayuda a mejorar las propias capacidades, permite ejercitar las más importantes cualidades humanas, con humildad y amabilidad. Ambas son mucho más útiles en la vida que un millón de trofeos en las estanterías.
En la vida, como en el deporte, la competitividad da paso a la cooperación para, posteriormente, posibilitar más competitividad y cooperación en una cadena de eslabones unidos difíciles de separar.
Una buena actitud para la vida está en aprender la forma de competir de forma eficaz sin destruir a los demás (de cooperar de forma eficaz con los otros). En ambos casos, cada quien, debe descubrir y desarrollar sus mejores cualidades. Es necesario experimentar ambas acciones para revelar las capacidades personales y actuar con el máximo rendimiento. Pero, para ello, es conveniente instruirse a través de una filosofía de la competición que nos permita ser tanto buenos perdedores como ganadores. Así mismo, es vital, una filosofía de la cooperación que nos ayude a esforzarnos para obtener objetivos comunes más ambiciosos que los objetivos personales. Cada individuo está destinado a ganar unas competiciones y perder otras. Lo relevante desde el punto de vista filosófico no es si uno gana o pierde, sino cómo se comporta cuando gana o pierde.
En un anterior post, dije que no me gustan las sociedades competitivas, pero hemos de admitir que en todas partes hallamos competitividad y cooperación como atributos normales de la existencia. Ambas fuerzas de acción conforman el comportamiento humano social. Todas las tareas en las que se desempeña el ser humano, desde que nace hasta que muere, poseen aspectos e implicaciones de competición y cooperación.
La esperanza es una fuerza que nos impulsa a vivir y nos ayuda a mantenernos seguros y confiados. Todos los seres humanos necesitamos sentir esperanza. Todos necesitamos sentir ilusión y todos requerimos promesas de alivio, de descanso y de curación, principalmente ahora, en la era actual, de las altas tecnologías, en la era de los virus y pandemias, en la era de las guerras absurdas y retrógradas hasta el infinito. Unas veces estas opciones de ayuda, amor y esperanza provienen de nuestros seres queridos, otras de compasivos expertos en el tratamiento del dolor que nos aqueja, otras de profetas que dicen estar en línea directa con un dios y a los que la muchedumbre sigue con una especie de fanatismo que solo ellos entienden. 
A veces, la esperanza procede de la esfera espiritual, pero de una espiritualidad muy distinta a la que pregonan las diversas religiones del mundo, Hablo de una espiritualidad no convencional, una espiritualidad meditativa, reflexiva, intelectual, que conecta con nuestro mundo interior propio. La esperanza, para mi, se asienta en esa espiritualidad íntimamente ligada a la belleza observada a través de una obra de arte, de una obra humanitaria, de una obra altruista.
Sin duda, hay una espiritualidad que se conecta con el arte, con la humanidad, con el altruismo y que nos ayuda y alivia en nuestros sufrimientos y vacíos más profundos. El arte, la ayuda humanitaria, y la meditación sanan. El arte vivido con pasión es la felicidad misma en mayúsculas. A través de la pintura, o de cualquier otra forma de arte o actividad humanitaria y altruista, te olvidas de todo tipo de problemas, para vivir dentro de en un mundo plenamente dichoso, de una abrumadora felicidad.
La inseguridad y la fragilidad humanas son constantes en las etapas vitales que atravesamos en nuestro día a día. El arte y cualquier actividad de tipo humanitario, te aporta buenas dosis de esa seguridad perdida, te da fortaleza para seguir adelante y, en mi caso, no encuentro mejor bálsamo para el alma.
"La solución es fijarnos metas que den significado a nuestra existencia, esto es, dedicarnos desinteresadamente a personas, grupos o causas. Sumergirnos en el trabajo deportivo, social, político, intelectual o artístico, y anhelar trabajos que nos impidan cerrarnos en nosotros mismos. Apreciar a los demás a través del amor, de la amistad, de la compasión; y vivir una vida de entrega y de proyectos con fines solidarios, de forma que podamos mantenernos activos en un camino con significado, incluso cuando las ilusiones hayan desaparecido".- Simone de Beauvoir.

Cuando nuestra cultura va en contra de nuestra propia naturaleza se produce un enorme malestar. Muchos filósofos han reconocido este problema y han intentado resolverlo retirándose a pequeñas comunas en entornos naturales. Los sabios ermitaños hindúes que se retiraban a los bosques de la India para meditar, los epicúreos griegos, los trascendentalistas de Nueva Inglaterra y los muchos hippies de los años sesenta descubrieron una gran paz, amor y cooperación viviendo en pequeños grupos rurales. 
Así también nuestra selección se fútbol (algunas comparaciones son odiosas), se concentra en su hotel, en forma de pequeño grupo social cooperativo, buscando la simplicidad en el juego que le lleve a ganar, cultivando los aspectos más elevados de la vida, como la amistad y el compañerismo, buscando un objetivo común: ser los campeones haciendo un sueño realidad.

Nota: La personalidad es el conjunto de rasgos psicológicos que componen y distinguen nuestro carácter o manera de ser. La manifestamos en nuestra manera habitual de sentir y de pensar, en nuestros gustos y preferencias, en nuestras aversiones y antipatías. También la revelamos en nuestras defensas psicológicas, aspiraciones, actitudes y comportamientos.
El desarrollo de la personalidad es posible gracias  a la gran plasticidad o capacidad para transformarse que tiene el cerebro humano, que a fin de cuentas es donde se cuecen nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestra forma de ver la vida.
"La mente más sabia siempre tiene algo que aprender".- Jorge Santayana.

Fuentes literales o que me han servido de inspiración: Pregúntale a Platón, de Lou Marinoff y Nuestra incierta vida normal, de Luis Rojas Marcos. Dos libros que leí hace más de diez años buscando una respuesta al vacío de las sociedades actuales y en los que encontré algunas ideas interesantes. 


martes, 26 de junio de 2012

La conducta y el propósito de la vida

Debemos ver las crisis, no como un peligro que nos amenaza, sino como una oportunidad para mejorar. Las personas que superan graves situaciones no se limitan a volver al nivel previo de normalidad, sino que experimentan cambios positivos. "Todas las crisis tienen dos elementos: peligro y oportunidad. Con independencia de la peligrosidad de la situación, en el corazón de cada crisis se esconde una gran oportunidad. "Abundantes beneficios esperan a quienes descubren el secreto de encontrar la oportunidad en la crisis". ANTIGUO PROVERBIO CHINO.
No debemos olvidar lo que decía san Juan de la Cruz: "buscad leyendo, y hallaréis meditando". Estas son las dos palancas de la cultura humana: el libro que nos abre a nuevas ideas; y la meditación de lo que leemos de la que poder sacar jugo y descubrir una nueva verdad.
¿Para qué quebrarnos tanto la cabeza buscando originalidad cuando ya está todo escrito y publicado? En 1693, en una iglesia católica de la ciudad norteamericana de Baltimore, se podía leer el siguiente manifiesto, que todos deberíamos meditar serenamente:

Sigue tu camino entre el ruido y las prisas,
pero no olvides que el silencio es paz.
Mientras puedas y sin bajar la cabeza,
sé amigo de todos.
Di tu verdad,
despacio para que todos la entiendan.
Escucha a los demás;
aunque te parezcan pesados o pocos inteligentes,
también tienen ellos algo que decir.
No te compares con los demás,
pues podrías resultar envanecido o amargado,
porque los otros siempre pueden ser mejores o peores que tú.
Alégrate de tus éxitos,
y no pierdas el sueño por tus fracasos.
Ama tu trabajo, por sencillo que sea;
es la riqueza concreta de un mundo de vaguedades.
Mira bien lo que haces, pues el mundo es engañoso,
pero no olvides que son muchas las buenas personas
que luchan por un ideal,
y que los héroes son más de los que piensas.
Sé sincero
y no finjas la amistad.
No trates el amor con cinismo,
puesto que, a pesar de los posibles desengaños,
el amor siempre renace como la hierba en el campo.
Convéncete de que no serás fuerte en un sólo día;
y no te dejes llevar por las quimeras,
que solo cansan y te arrinconan.
Más allá de cualquier austeridad,
sé bueno contigo mismo.
Tan hijo eres tú como los árboles y las estrellas.
Y aunque no lo creas
el universo avanza sin detenerse.
Ten paz con Dios,
y aunque trabajes en el ruido y la confusión
nunca pierdas la paz.
A pesar de las vilezas,
las dificultades y los sueños partidos
la vida es bella:
no lo olvides,
¡ y serás feliz!

 
Con el calor de este verano tan abrumador y asfixiante, se me están derritiendo las pocas neuronas que creo que me van quedando. No publicaré más hasta el mes de septiembre. Necesito desconectar de las nuevas tecnologías para fundirme con los sonidos de la Madre Naturaleza: el canto de los pájaros, el chirriar de las chicharras, el flotar de las libélulas en el aire, el croar de las ranas, el agua, el sol. 
Es nuestro deber mantener y recuperar la humanidad (o lo que quede de ella) frente a la tecnología. 
La filosofía y la literatura deben ser guías de lo que es valioso en la vida. Es necesario una reforma educativa para cambiar el estado del mundo. Cultivad vuestro espíritu en estos meses estivales. La vida y la conciencia poseen aspectos innegablemente espirituales (es decir, no materiales). Si descuidas, desconoces o niegas los aspectos espirituales de tu ser, no vivirás la vida con toda la plenitud posible. Todos tenemos la obligación de que esto no quede en buenas intenciones solamente.
"Hay un alma en el centro de la naturaleza, y sobre la voluntad de cada hombre (...) colócate en medio de la corriente de poder y sabiduría que anima a todos los que flotan, y serás impulsado sin esfuerzo hacia la verdad, lo correcto y una satisfacción plena". Ralph Waldo Emerson.
"He tratado a muchos pacientes, y no he visto ni uno, mayor de treinta años, cuyo problema, al final, no fuese encontrar una perspectiva espiritual de la vida".- Carl Jung, Entrevista en Time, 14 de febrero de 1955.

Fuentes literales (o de inspiración): ¿Qué nos falta para ser felices? de Enrique Miret Magdalena y Pregúntale a Platón, de Lou Marinoff. Algunos consideran estos libros como libros menores (llamados de autoayuda). Otros lo ven como libros que nos proponen un nuevo paradigma humano, un modo de pensar y vivir diferente y más saludable, para poder ponerlo en práctica en nuestras actividades diarias, para actuar externamente de una manera más solidaria. Me viene una reflexión más antes de acabar: ¿son todos los libros de autoayuda libros basura? Aunque algunos libros no estén entre mis favoritos, de todos podemos sacar algo, una pequeña enseñanza. Lo importante, en cualquier caso, es no perder el hábito de lectura jamás, siempre que nuestras facultades y sentidos nos lo permitan. Paradójicamente, las facultades hay que saber cuidarlas día a día, con disciplina y dedicación, para que así no acaben por deteriorarse con el paso del tiempo y nada mejor que la lectura para mantener hasta los cien años una mente sana, joven, fuerte y vital.

sábado, 23 de junio de 2012

Transformación de la conciencia humana

Yo no exijo a ninguna persona que sea de tal o cual modo. ¿Cómo poder comunicarnos con mayor claridad? "Yo soy yo, y mi circunstancia", decía con razón Ortega y Gasset. 
Si queréis vivir de forma plena hay que acostumbrar al espíritu a percibir todo lo que hay de positivo en la vida en lugar de concederle tanta importancia a los problemas. No debemos hundirnos en el pesimismo y el catastrofismo. ¿Qué es el bienestar? Levantarse por las mañanas y hacer la vida agradable a los demás y agradable para con nosotros mismos, también. Todos necesitamos nuestros espacios de libertad y desarrollo personal propios.
No soy partidaria de las sociedades competitivas. Hay que fortalecer un nuevo tipo de conciencia, evitando el egoísmo y la competición, iniciando un camino de observación y autoexploración de ciertos pensamientos y sentimientos que operan conjuntamente, procurando establecer vínculos que tengan propósitos nobles y saludables.
A menudo me cuestiono la validez de mis propios pensamientos. Hay que desapegarse de los pensamientos propios para no estar escuchándolos todo el día. Hay que tomar conciencia de que cuando experimentamos la vida directamente e ignoramos los pensamientos que nos llegan a raudales, nos abrimos a una nueva forma de ser. Como decía Eckhart Tolle en El poder de ahora: "El paso más vital en el camino hacia la iluminación es éste: aprende a des-identificarte de tu mente".
Todos hemos usado frases como: "Vamos a pensar en ello", "piensa antes de hablar", "tenemos que pensarlo un poco más"... El acto de pensar está muy valorado en nuestra sociedad. A pesar de ello, la mayoría de nosotros pensamos sin prestar mucha atención al propio proceso de pensamiento. "En todas las épocas hay personas que no piensan como los demás. es decir, que no piensan como los que no piensa".- Marguerite Yourcenar.
¿Qué tipo de democracia estamos viviendo? "La democracia que vivimos ha conseguido (para bien sólo de los que gobiernan, que no para el ciudadano) que todos pensemos igual cual rebaño de ovejas, igual que borregos. Algunos escritores perspicaces, como el popular periodista norteamericano Lippmann, observan que "donde todos piensan igual, nadie piensa mucho", ese es el tipo de democracia que nos quieren imponer a la fuerza.
Los estudios dicen que nos encontramos ante una profunda crisis de valores en nuestro mundo actual, que no sólo afecta a las sociedades desarrolladas como la nuestra, sino que va más allá, afectando a países de todo el mundo, lejanos y cercanos, cultural y socialmente hablando. Tenemos necesidad de nuevos valores, quizá valores antiguos que hoy día están olvidados. Nuestro esfuerzo está en adquirir nuevos valores que nos muevan a hacer lo que ahora nos impiden realizar. Como dijo el filósofo alemán Heiddeger, vamos por "sendas perdidas".
    Los avances científicos técnicos son muchos; y nos envuelven con una avalancha de novedades. Ayer fue la locomotora, y luego el automóvil, el aeroplano, los grandes aviones, el AVE; o el cine, el teléfono, el móvil, la radio, la televisión, el ordenador, el robot, los móviles, tablet, Internet... ¿No estará pasando lo que el filósofo francés Bergson dijo en 1932; que "la humanidad gime aplastada bajo el peso de los progresos que ha hecho"?.
    La nueva física ha traído el descubrimiento de la energía atómica, y con ella poder usar una nueva energía útil: pero también ha traído la nueva posibilidad destructiva de la bomba atómica y sus derivados. Fijémonos ahora, en la revolución más importante de la modernidad, la revolución genética, que pronostica ya resultados que nos resultan como de ciencia ficción. O el auge de las filosofías orientalistas, los esoterismos, las sectas, los fenómenos paranormales o la superstición, que resurgen como ave fénix, sustituyendo a las religiones tradicionales de Occidente, cuyos seguidores disminuyen.
Con el progreso de las sociedades modernas, nos olvidamos de las injusticias que padecen el empobrecido Tercer Mundo; de los males de la contaminación, que acaban por la disminución de la capa de ozono, provocando el llamado "efecto invernadero"; de las plagas que invaden a millones de seres humanos, como el SIDA. Quizás, no muy lejos en el tiempo, nos invadan nuevos virus y pandemias desconocidos por los humanos que nos harán temblar a todos y poner al mundo patas arriba.
     Pero, tal vez, el aldabonazo más duro en estos tiempos, lo ha dado el terrorismo (fanatismo), y las consecuencias de éste usando los medios técnicos descubiertos hasta ahora, que pueden hundir el avance occidental, como hace temer con lo ocurrido con la destrucción, por fanáticos islamistas usando aviones suicidas, de las dos emblemáticas torres del World Trade Center de Nueva York.
    Creen algunos ingenuamente, que la evasión hacia el espíritu y el desprecio de todo lo material, cambiaría la visión de muchas sociedades desarrolladas. La materia, lo material, no es algo malo, a pesar del uso o desuso y olvido que podamos darle de utilidad: compras materiales innecesarias.  El uso de la materia bien llevado nos ha proporcionado hallazgos que bien utilizados tienen miles de aplicaciones valiosas antes inauditas para la ciencia, la medicina y otras disciplinas altamente tecnológicas, que han aportado al progreso unos avances hasta ahora desconocidos, y que bien podría, si lo encaminamos bien, aumentar nuestra felicidad. Debemos buscar entre todos el camino inteligente, en el que sepamos eficazmente cómo proceder. Y hacer así que los grandes hallazgos e inventos que nos brinda la ciencia actual sean verdaderamente útiles para vivir y convivir felizmente. No caigamos en la tentación de sucumbir a ese falso "Mundo Feliz", que describió el escritor Aldous Huxley, el cual vio con claridad que nos envolvía la invasión de la técnica, y mal nos iba a ir si en ella no poníamos remedio a la falta de dirección inteligente y humana.
    ¿Cuál es el camino hacia la felicidad? "Cada uno es artífice de su ventura", dijo Abraham Lincoln: "casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo" "La felicidad _ se ha dicho_ es algo que llevamos dentro, sin darnos cuenta de ello". "La felicidad y la desgracia suelen depender más de lo que somos, que de lo que nos ocurre" “No se trata de añorar lo que no tenemos, sino de disfrutar lo que tenemos a mano, sin dejarlo pasar”. Como afirmaba el crítico Voltaire: "no es nuestra condición la que nos hace felices, sino sólo el temple de nuestra alma lo consigue". Hemos de aprender a apreciar lo sencillo de la vida, tal como afirmaba el perseguido Oscar Wilde, al que todos le volvieron la cara. Aconsejaba: "con la libertad, con las flores, con los libros y la luna, ¿Quién no sería perfectamente feliz?" O como había observado, el gran psicólogo de la vida, Dostoievski: "no comprendo _dijo_ cómo se puede pasar ante un árbol sin sentirse feliz; hablar con otra persona, y no ser feliz al apreciar sus valores; ¡cuántas cosas bellas ocurren a cada paso!; mirad al niño, contemplad sus ojos que os miran y admiran". El pintor estadounidense contemporáneo Pollock aprendió que "la felicidad es una estación de parada, entre lo poco y lo demasiado". Felicidad y libertad van unidas de la mano. El poeta Schiller, se dio cuenta de que "la libertad sólo se alcanza por la belleza". "Lo que salvará al mundo es la belleza", repetía Dostoievski en pleno ambiente de la revolución en Rusia. Hemos de concluir entonces que hasta la ética debe ser una estética; si no, la hacemos inoperante por triste y poco humana. El filósofo Sartre confesaba que "si el hombre se entiende como libre, y sabe utilizar su libertad, su actividad se convierte en un juego"
    Hay que aprender a reír _no tomar la vida tan en serio_ para encontrarse bien con nosotros mismos, en esta era de la ansiedad y la depresión". Charles Chaplin dijo "el humor es el dolor que ríe"... El psicólogo Allport mantiene una gran verdad, comprobada en su experiencia: que "el neurótico que aprende a reírse de sí mismo puede estar en el comienzo de gobernarse a sí mismo, y tal vez de curarse". No nos olvidemos de que todos somos un poco neuróticos, puesto que la vida tan agitada que llevamos descompone nuestra emotividad, y nos llena de preocupaciones y obsesiones innecesarias. Hemos de saber utilizar inteligentemente nuestra realidad, y hacer lo mismo con aquellos que nos rodean, sin pretender un cambio imposible. Cada uno es como es, y hemos de admitirlo. Tenemos que saber usarnos a nosotros mismos sin forzar lo que somos, utilizando nuestras posibilidades sin querer eliminarlas o cambiarlas por otras. Las pasiones propias, nuestras energías psíquicas son buenas, y no tenemos que intentar suprimirlas, sino darles un cauce positivo, orientarlas adecuadamente y aprender a saber ayudándonos de ellas.

Nota:. De modo que me siento feliz por publicar finalmente este post, sacado de la imaginación y genialidad de grandes pensadores, aunque, como ellos, haya necesitado mi tiempo para llegar a ser.

Fuentes textuales o de inspiración: Recupera tu poder, de Faye Mandell, doctora en psicología terapéutica por la Universidad de Boston. ¿Qué nos falta para ser felices?, de Enrique Miret Magdalena; químico, escritor, periodista y profesor de Ética.