martes, 27 de septiembre de 2022

Parábolas

Son las 23:18h. Antes de irme a la cama, me tomo un kéfir con miel y semillas de Chía. ¡Delicioso!

¿De qué escribiré mañana? Ni idea aún. Lo consultaré con la almohada un ratito antes de quedarme dormida. Mañana volveré por aquí si Dios quiere. Porque Dios no sabemos si existe o no, pero ante la duda, digamos que existe. (“"). Incluso la ciencia es incapaz de contradecir tal afirmación. La ciencia duda al respecto, y la duda es la forma más alta de inteligencia. Dios y el papel de las religiones en el mundo es un tema aparte. Por cierto, nada tan vibrante para leer como la vida de Jesús de Nazaret. ¿Por qué los que se dicen creyentes apuestan más por una vida en comunión con la Iglesia y toda la parafernalia que se monta a su alrededor que con el mismo Dios? ¿Por qué si os consideráis creyentes no leéis sobre la vida de Jesús de Nazaret y os empapáis de su historia y de sus enseñanzas? Real o de ficción es una de las biografías más apasionantes que puedas tener entre tus manos.

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Ya es de día. Cielo despejado, 12°C. Siguiendo con el relato de anoche, hoy me voy a detener en un Hombre de Historia. Un Hombre sin pasado, presente o futuro. Un Hombre que ocupa el tiempo entero y el espacio infinito. Un Hombre al que nadie mira, a no ser que lo necesiten para obrar uno de sus milagros. Un Hombre al que han pintado y esculpido artistas de todos los tiempos con un rostro bello, atlético, bien proporcionado. Un Hombre sabio que habló del bien y el mal utilizando parábolas que pocos entienden. (Si lo entendieran, no acudirían a venerarlo a los templos, “centros corruptos del poder terrenal". “Sectas" permitidas por el poder laico que actúa en sintonía con el poder eclesiástico.“El poder corrompe". Más que corromper, envilece y atonta al personal).

Pero, ¿cuántos beben hoy día de las fuentes del Evangelio hecha parábolas? A diario nos encontramos infinitud de parábolas de la vida cotidiana, de la vida real, y es de estas fuentes (o parábolas) con forma cónica, de las que disfrutan la mayoría de los mortales.













Nota: Me quedo con un ejemplo de parábola del maestro Borges: “No he enseñado el amor de tal texto, de tal otro: he enseñado a mis estudiantes a que quieran la literatura, a que vean en la literatura una forma de felicidad".

Final: “Cuando bebas agua, recuerda la fuente".- Proverbio chino. 






lunes, 26 de septiembre de 2022

Sin dogmas, con dudas

El canto de los gallos se escucha a lo lejos. Un nuevo día nos saluda. El nublado del cielo apenas dejaba ver unos tímidos rayos de sol amarillo pálido tapados por grandes nubes grises. Hoy corría un airecillo frío (el primero del otoño) que te helaba los brazos. Como aún no estamos acostumbrados a llevar ropa de más abrigo (ni nos ha dado tiempo al cambio), los más osados hemos salido al exterior, a la calle, aguantando una temperatura térmica inferior a lo que el cuerpo humano requiere para sentirnos confortables. Lo peor es, que a pesar del cielo cubierto y gris del amanecer, la lluvia no aparece ni a la de tres. Es, por este motivo, que este fin de semana, los lugareños han procesionado una imagen religiosa muy tradicional y querida por las calles de la ciudad y, que según la leyenda, cuando se le implora con cánticos y rezos, puede hacer el milagro de regalarnos días de lluvia en abundancia. De momento, el milagro no se ha producido. Pero bueno, no seamos impacientes y demos unos días más a la Copatrona para que nos conceda esa gracia Divina de la lluvia. 

Otros pronósticos del tiempo, los proporciona el método de las cabañuelas, que al igual que pasa con las procesiones, también tiene sus fieles seguidores, creyentes y adeptos de la adivinación y milagros del futuro. Para el 2023, las cabañuelas dicen que tendremos más lluvia en toda la península. ¡Ojalá acierten! Los cabañuelistas son expertos “en leer el cielo", estando atentos a “las señales" de la naturaleza sobre todo en los meses de Enero y Agosto. Para sus predicciones tienen en cuenta la dirección y la fuerza del viento, las forma de las nubes, el comportamiento de los animales...

Estos dos sistemas, procesionar por las calles una imagen religiosa o el estudio de las cabañuelas,  son dos métodos de uso populares y tradicionales que nos han acompañado durante toda la historia, sin ninguna base científica, lógicamente.

Las cabañuelas es otra pseudociencia más, y como todas las pseudociencias, su valor real es nulo o casi nulo. Las procesiones son escenas mundanas que forman parte de la religiosidad popular y fe de los creyentes y cuyo valor es el que cada cual le quiera dar. Y contra eso, nada que objetar.

Las procesiones religiosas son actos muy vistosos para muchas personas y, el estudio de las cabañuelas también tiene mucho de vistosidad, debe ser esta la causa de que aún en estos tiempos modernos, todavía existan tantos seguidores de ambas propensiones.

“La desesperación lleva a mucha gente a hacer y a creer en cosas inauditas." Luego, a la hora de la verdad, en lugar de orar y mirar al cielo en busca de una señal, todos salen corriendo al encuentro de la vacuna salvadora que han creado en un tiempo récord miles de científicos trabajando sin tiempo que perder ni descanso para vivir. Y, al igual que ha pasado con la pandemia, el reverso del cambio climático solo se dará, si hacemos caso de lo que nos dice la ciencia.

Nota: “Por el amor de Dios, seamos más científicos".



domingo, 25 de septiembre de 2022

Central Park

Esta mañana me he tenido que desplazar bastante lejos de la zona donde vivo, para disfrutar de un cálido paseo de domingo en un hermoso parque con mucha arboleda, césped, jardines, bancos, palomas, dos amplias terrazas donde poder tomar algo, una gran fuente central...



have a dream...
Tengo un sueño: “Plantar" otro bonito parque-central en una de las plazas más emblemáticas del casco viejo donde poder pasear tranquilamente y disfrutar del canto de los pájaros, de sus jardines, bancos, fuentes, terrazas,  etc...( más un kiosko de prensa diseño antiguo, años 50-60 del siglo pasado). Sin modificar en esencia o la esencia de la plaza, solo habría que personalizarla, convirtiéndola en zona verde peatonal.

Óleo s/Lienzo 
Título: Central Park, 2022

El problema de los sueños es que muy pocos se cumplen. Y no por falta de imaginación, que de eso a algunos nos sobra. La dificultad de los sueños es que deben pasar por diversos estamentos superiores hasta que se aprueba un proyecto y se hace viable (visible), por más sencillo y loable que éste sea, o por más extravagante e imposible de realizar que parezca. Dicen que “los sueños son cosa de locos". Puede ser que sí, tal vez sea así. ¿No fue acaso la construcción de la Torre Eiffel el sueño de unos locos-geniales, de unos cuantos genios a los que seguramente tomaron por locos en su día? ¿Y la famosa casa Gaudí? ¿Y qué decir de tantas y tantas obras geniales, que fueron proyectadas y ejecutadas por mentes brillantes que fueron levantadas en su día haciendo realidad un sueño y, que gracias a esa realidad, hoy las pueden admirar y disfrutar a diario miles y miles de personas como fuentes de progreso e innovación de futuro?. La arquitectura es, sin duda, una gran carrera. ¡Ay, si no fuera por las complejas y farragosas matemáticas que hay que estudiar!... 
Mis sueños no dejan de ser una pura teoría muy simple contada a través de letras impresas (y de una pintura). Sólo se trata de un simple proyecto de un parque ajardinado y no de una gran obra arquitectónica descomunal. ¿Qué haría falta para poder realizarlo? Principalmente dos cosas muy básicas: ganas y buen gusto para hacerlo. Y secundario, vendría el tema de los presupuestos y el poner a todo el mundo de acuerdo para la ejecución del mismo. ¿O lo he dicho al revés? ¿Misión imposible?

Final: “La arquitectura es el punto de partida del que quiera llevar a la humanidad hacia un porvenir mejor".- Le Corbusier.




sábado, 24 de septiembre de 2022

Nueva era

Hoy he probado por primera vez el Ramen, una sopa japonesa deliciosa hecha con ingredientes naturales y en casa. Un plato muy completo que ha salido exquisito y exactamente igual que el original. Me gusta cocinar (aunque mi estilo sigue siendo muy español) y probar recetas de los diferentes confines del mundo. Los ingredientes que no encuentras en grandes superficies, los puedes pedir y comprar por correo electrónico a través de grandes compañías y, en unos cuantos días, a través de mensajería, los tienes en la puerta de tu domicilio. Esta es una de las muchas ventajas que tienen las nuevas tecnologías en la nueva era del siglo XXI. 

Antes de la sopa, como todos los sábados, he dado una vuelta a las macetas: quitar hojas secas, echar un poco de tierra nueva, trasplantar  y regar con unas gotitas de abono mezcladas en el agua. La jardinería es otra actividad maravillosa con la que disfrutar de tu tiempo libre. Te aporta muchos conocimientos y es muy relajante.

Después del almuerzo, llega la hora de las noticias. Un telediario más que te deja k.o. ante ciertas noticias (nunca hay que cerrar los ojos ante el dolor, ni el propio ni el ajeno).

Ya entrada la sobremesa, he revisionado la película “Náufrago", interpretada por Tom Hanks en uno de sus mejores papeles (un dramón con “un mensaje en una botella"). Fue éxito de taquilla junto a “Gladiator", otra gran película del año 2000 cuya banda sonora es una absoluta maravilla, lo mejor de la película, diría yo, sin equivocarme en absoluto.. En un post anterior dije que había dejado de ver cine en los años 90, salvo algunas excepciones, pues aquí van dos de ellas. Dos pelis muy comerciales, pero que resultan entretenidas para pasar el rato.

Nota: No todos los momentos son aptos para ver una obra maestra del cine. Para visionar una obra maestra hay que buscar el momento adecuado para ello.

Final: Está noche pongo el punto y final con una foto de dos hombres, rivales en el juego y amigos en la vida, llorando cogidos de la mano (dos grandes del tenis). Para muchos, esta foto les parecerá chistosa, de risa. Para otros, ésta es una foto con un claro mensaje de esperanza: estamos metidos en una nueva era y vienen cambios que serán muy bien recibidos por gente que evoluciona mentalmente, gente de bien.





viernes, 23 de septiembre de 2022

Sincronía

Fin de semana. Los repartidores de bebidas aparcan en zona reservada a tal cometido descargando mercancía para los bares de la plaza. Como aún acompaña el buen tiempo, esta noche la plaza será un hervidero de gente bebiendo y consumiendo tapas y raciones. 

Otros, seguimos a lo nuestro con lo que nos apasiona. Porque la vida es eso, pasar el tiempo deteniéndolo, sin mirar el reloj. Y si unos, “los divertidos", prefieren detener su tiempo en los bares de la plaza conversando amigablemente durante horas y horas (actitud muy loable), otros, “los aburridos", preferimos sumergirnos en nuestras investigaciones quedándonos absortos ante lecturas de alto nivel.

La tarde transcurre como cualquier otra. Tanteando esta palabra o aquella otra, dejando una frase que te llega sin esperarla y a la que le das la bienvenida. No eres tú la que lee los pensamientos de los libros, es el mismo libro escrito el que lee tus pensamientos. Es como si existiera una conexión especial entre el autor y tú. Telepatía. O extrañas sincronicidades que no puedes explicarte. ¿Por qué elegí abrir hoy este libro y no el de al lado? ¿Por qué leer este artículo y no aquel otro? ¿Por qué mi pensamiento me lleva a buscar en el buscador ciertos conceptos que me atraen a primera vista? ¿Quién puso esa relación de palabras en mi mente y por qué? Todo es un misterio. Y es, a través, de estos misterios inexplicables como se va escribiendo este blog. 


En este punto hago un receso, para puntualizar una curiosidad que no puedo dejar escapar. Hablando de sincronicidades, no sé porqué he dejado un momento de escribir el blog,  guardándolo en borrador, para irme a leer un artículo de Nueva Tribuna, que me llama la atención y que se titula “Psicología cuántica". En este artículo, su autor, J.A.G.R, nos hace un relato de los problemas más acuciantes de la realidad, también menciona a Jean Luc Godart y, mientras prosigue su relato (que recomiendo leer), llega al momento en que “percibe de forma muy vívida la sincronicidad de Jung. La sincronicidad no es más que la visualización del nexo invisible que nos une con el universo. En realidad, podemos sentirnos solos, pero nunca estamos solos de verdad. Todos formamos parte de todos. Dicho concepto se llama inconsciente colectivo”.

Personalmente, vivo muchas sincronicidades casi a diario. Hechos inesperados que te sorprenden y que crees son cosa de magia (¡No puede ser!). ¿O es solo una simple casualidad que estando escribiendo yo misma del tema de la sincronicidad me salga en la página principal de Google un artículo que habla precisamente de lo mismo, publicado con fecha de hoy, y que he abierto inmediatamente al leer el título del mismo sin saber bien lo que me iba a encontrar?

Lo mismo pasa, si mientras escribes una novela o relato corto, va saliendo una trama argumental que, a lo mejor, ni te habías planteado conducirla por ese camino, si no por otro distinto (en mi caso, cuando escribo, no me planteo ningún camino, el camino sale solo y es el que sigo). Como digo, son estos pequeños fenómenos inexplicables llamados sincronicidades con el más allá o esos nexos invisibles que aparecen de la nada, los que te dictan de forma automática lo que tienes que escribir o te conducen a una búsqueda exacta de lo que necesitas para desarrollar un tema. No hay más truco del almendruco que éste: hacer caso de los dictados de esa vocecita interior que nos va hablando mientras escribimos el desarrollo de lo no-planteado, de lo que nos llega por intuición o azar. Como veis, el texto (este mismo texto, por ejemplo) va creciendo de forma espontánea y casi sin esfuerzo. En el caso, de una novela (ficción), el resultado del proceso creativo puede ser mucho más divertido, pues las situaciones y los diálogos, a veces, en ocasiones, son tan disparatados que puedes escribir tres horas seguidas casi sin darte cuenta. Los diálogos más serios son igualmente llamativos e interesantes, por lo que es difícil cortar el proceso cuando estás en pleno auge creativo. Lo fascinante de poder imaginar mil situaciones diferentes para tu libro y darle la forma que tú desees hasta ver “el punto y final" (con ayuda o sin ayuda de las mencionadas sincronicidades), eso es lo que te ofrece el inmenso poder de la literatura. Ya dije en otra entrada, que escribir es como una droga sin la que no puedes pasar. Es un proceso que te engancha y te aporta una felicidad que carece de nombre propio, una felicidad anónima y muy personal.

Final: “En las culturas chamánicas, las sincronicidades se reconocen como señales de que estás en el CAMINO CORRECTO".- Daniel Pinchbeck.

jueves, 22 de septiembre de 2022

Mi propia universidad

Dice el autor Alan Watts en sus MEMORIAS: “Ninguna persona que supiera leer, curiosa e imaginativa, debería ir a la universidad, a menos que precisara un título de médico, abogado o profesor, o de un instrumental científico pesado y costoso que no pudiera adquirir por sí mismo, como un ciclotrón, por ejemplo”. Pues bien, de eso se trata, cuando se trata de escribir, de crearte tu propia universidad que te haga ser un verdadero sabio o eso que algunos llaman un intelectual a la altura de Alan Watts.

Más ejemplos de eminentes escritores cuya sabiduría y aprendizaje la han conseguido ellos solos gracias a un desmesurado don, basado en una inmensa curiosidad por aprender de todo y de todos, por voluntad propia, sin imposiciones de fuera, son: Marx Twain, Muriel Spark, Charles Dickens, Tobías Wolff, Doris Leasing, Ray Bradbury, Truman Capote, William Faulkner, Octavio Paz, George Bernard Shaw, H.G.Well, Harper Lee, Borges, Knut Hamsun, Steinbeck, Cela, Saramago, H. Hesse, Henry Miller, Susan Valadon, Charlotte Perkins, Conrad, Juan Rulfo, etc... Algunos de los citados galardonados con el Nobel de Literatura.

Ninguna carrera universitaria sirve a los propósitos de un buen escritor. Los escritores no se forman en una universidad ni los cursos de literatura creativa van a enseñar a nadie a escribir bien (esos cursos son una pamplina no apta para “mentes innovadoras") <<Un/a buen/a escritor/a se hace solo/a, sin necesidad de estudios o credenciales que lo avalen. Un/a escritor/a tiene que ser tan original como un/a pintor/a o cualquier otro/a artista y, nadie puede ser original, si lo que hace (o aprende) lo hace (o aprende) en un aula rodeado de otros/as muchos/as que hacen lo mismo que él/ella. Si tu intención a la hora de crear es hacer lo mismo que otros, ahórrate el trabajo de tu creación>>.

Dicen que nadie puede aprender a escribir solo, a no ser que tengas un C.I. de 160 en adelante o seas un superdotado literario. Yo creo que, para escribir, sólo hace falta echarle ganas. Los conocimientos gramaticales y ortográficos te vienen dados desde pequeños, te los enseñan en la más tierna infancia cuando tu cerebro está más receptivo (de ahí que no se olviden nunca en la vida). Los que no tengan esos conocimientos básicos (porque no han podido recibir unos estudios o no han querido estudiar) tienen dos opciones: o los adquieren de motu propio, (<<Más vale tarde que nunca>>) o, en caso contrario, mejor que se dediquen a otra cosa diferente, porque escribir, se puede escribir con alguna falta de ortografía (y no pasa nada por eso), pero un buen escritor debe tener cierto nivel, conocimientos y cultura general para poder ejercer como tal.

Recuerdo lo aburrida que me resultó la escuela y el instituto después. Era insoportable  el rollo oficial que te soltaban los profesores, unos monólogos con los que te aburrías soberanamente y de los que aprendías muy poco o nada. La universidad más de lo mismo, por eso abandoné aquella tediosa carrera que era un tostón y que no me gustaba nada. Gracias a todos estos desajustes vitales fue como me hice lectora de todo lo que caía en mis manos y hasta el día de hoy que sigo aprendiendo a diario con pasión y por vocación. Por ello, siempre seré fiel defensora de la educación autodidacta.

Mi padre fue un gran lector y un gran inventor, autodidacta, con varias patentes en su haber que revolucionaron el mundo de la producción del aceite de oliva. Compraba muchos libros: enciclopedias, los clásicos literarios, autores más actuales, colecciones, revistas especializadas... Toda mi casa estaba llena de libros, afición que seguimos después sus hijos, adquiriendo muchos más. Mi universidad es una amplia biblioteca. Si a una universidad se va a aprender, nada mejor que los libros que se leen a lo largo de toda una vida, como soporte esencial para ello. 


La lista de autodidactas notables (famosos) que ejercieron oficios, donde la creatividad es fuente primordial para realizar un trabajo determinado, es interminable: (Artistas y escritores / Actores, músicos y otros artistas / Arquitectos, ingenieros e inventores / Científicos, historiadores y educadores/ Otros ). Formados en bibliotecas desde tiempos inmemoriales, o gracias a la Red, los modernos autodidactas 3.0, el conocimiento, sin duda, es infinito. ¡Feliz búsqueda!




miércoles, 21 de septiembre de 2022

Ya es mañana. Otoño.

 

Antes de quedarme dormida, me gustaría dejar escrito el boceto para mañana. Como sospecho que va a llover en unas horas y la lluvia me encanta, sé, intuyo, que hoy que ya es mañana, va a salir de aquí un texto medianamente legible (con eso me conformo). Es tarde y los ojos se me cierran cada vez con más frecuencia, a cada instante, lentamente. Intento mantenerlos abiertos para dar el punto y final al día de hoy. Dentro de unos minutos ya estaré dormida profundamente. Cada vez tengo más sueño, un sueño pesado que es imposible controlar. En mi entresueño, se me viene a la mente imágenes de la gente a la que echo mucho de menos. Pido a Dios que cuide de todos ellos, de todos nosotros.

Ha llegado el momento de decir, ¡Hasta mañana! ¿O le doy a publicar ahora que ya es mañana?

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Siendo el mismo día de ayer, pero más tarde, os doy los buenos días. Continúo por donde lo dejé ayer, es decir, hoy. Anoche me quedé dormida en el sillón hasta primeras horas de la madrugada. 

Ahora son cerca de las 9 a.m. Comienza a llover. El pronóstico se ha cumplido. El sonido de la lluvia aporta tranquilidad y armonía, dos estados perfectos y un tiempo ideal para escribir contemplando las gotas de lluvia escurrirse a través del cristal cual arroyuelos ladera abajo. ¡Bienvenido otoño!


El otoño es la estación de la melancolía (mi estación predilecta). ¡Cómo me gusta mirar el cielo en los días de lluvia! Sin duda, hemos tenido un buen comienzo de otoño. Sin embargo, me parece que escribir sobre el otoño, en cierto sentido, es una pérdida de tiempo. El otoño no es una estación para escribirla; el otoño es una estación para observarla, una estación para pisarla y escuchar el crujir de sus hojas ocres anaranjadas bajo tus pies (mantos de hojas que se sueltan de “la savia-rama" que los alimenta para tapizar el suelo aportando nutrientes, y de este modo, continuar con el ciclo biológico de la vida). El otoño es una estación para decorarla, para pintarla, para vivirla. Pero bueno, no quiero condicionar a nadie para que ame el otoño más que el verano o que a la primavera o el invierno. Si obligas a alguien a poner interés en algo, casi con toda seguridad, ese algo pierda todo su interés. Por lo tanto, que cada cual elija como más interesante o de su interés la estación del año que estime más conveniente (sin egoísmos, con convencimiento, en consideración, siempre).

Nota: Elijo el otoño por sus colores ocres-anaranjados y porque el otoño es un refugio para volver a empezar, y también, para continuar con lo ya comenzado.