lunes, 26 de septiembre de 2022

Sin dogmas, con dudas

El canto de los gallos se escucha a lo lejos. Un nuevo día nos saluda. El nublado del cielo apenas dejaba ver unos tímidos rayos de sol amarillo pálido tapados por grandes nubes grises. Hoy corría un airecillo frío (el primero del otoño) que te helaba los brazos. Como aún no estamos acostumbrados a llevar ropa de más abrigo (ni nos ha dado tiempo al cambio), los más osados hemos salido al exterior, a la calle, aguantando una temperatura térmica inferior a lo que el cuerpo humano requiere para sentirnos confortables. Lo peor es, que a pesar del cielo cubierto y gris del amanecer, la lluvia no aparece ni a la de tres. Es, por este motivo, que este fin de semana, los lugareños han procesionado una imagen religiosa muy tradicional y querida por las calles de la ciudad y, que según la leyenda, cuando se le implora con cánticos y rezos, puede hacer el milagro de regalarnos días de lluvia en abundancia. De momento, el milagro no se ha producido. Pero bueno, no seamos impacientes y demos unos días más a la Copatrona para que nos conceda esa gracia Divina de la lluvia. 

Otros pronósticos del tiempo, los proporciona el método de las cabañuelas, que al igual que pasa con las procesiones, también tiene sus fieles seguidores, creyentes y adeptos de la adivinación y milagros del futuro. Para el 2023, las cabañuelas dicen que tendremos más lluvia en toda la península. ¡Ojalá acierten! Los cabañuelistas son expertos “en leer el cielo", estando atentos a “las señales" de la naturaleza sobre todo en los meses de Enero y Agosto. Para sus predicciones tienen en cuenta la dirección y la fuerza del viento, las forma de las nubes, el comportamiento de los animales...

Estos dos sistemas, procesionar por las calles una imagen religiosa o el estudio de las cabañuelas,  son dos métodos de uso populares y tradicionales que nos han acompañado durante toda la historia, sin ninguna base científica, lógicamente.

Las cabañuelas es otra pseudociencia más, y como todas las pseudociencias, su valor real es nulo o casi nulo. Las procesiones son escenas mundanas que forman parte de la religiosidad popular y fe de los creyentes y cuyo valor es el que cada cual le quiera dar. Y contra eso, nada que objetar.

Las procesiones religiosas son actos muy vistosos para muchas personas y, el estudio de las cabañuelas también tiene mucho de vistosidad, debe ser esta la causa de que aún en estos tiempos modernos, todavía existan tantos seguidores de ambas propensiones.

“La desesperación lleva a mucha gente a hacer y a creer en cosas inauditas." Luego, a la hora de la verdad, en lugar de orar y mirar al cielo en busca de una señal, todos salen corriendo al encuentro de la vacuna salvadora que han creado en un tiempo récord miles de científicos trabajando sin tiempo que perder ni descanso para vivir. Y, al igual que ha pasado con la pandemia, el reverso del cambio climático solo se dará, si hacemos caso de lo que nos dice la ciencia.

Nota: “Por el amor de Dios, seamos más científicos".