jueves, 22 de septiembre de 2022

Mi propia universidad

Dice el autor Alan Watts en sus MEMORIAS: “Ninguna persona que supiera leer, curiosa e imaginativa, debería ir a la universidad, a menos que precisara un título de médico, abogado o profesor, o de un instrumental científico pesado y costoso que no pudiera adquirir por sí mismo, como un ciclotrón, por ejemplo”. Pues bien, de eso se trata, cuando se trata de escribir, de crearte tu propia universidad que te haga ser un verdadero sabio o eso que algunos llaman un intelectual a la altura de Alan Watts.

Más ejemplos de eminentes escritores cuya sabiduría y aprendizaje la han conseguido ellos solos gracias a un desmesurado don, basado en una inmensa curiosidad por aprender de todo y de todos, por voluntad propia, sin imposiciones de fuera, son: Marx Twain, Muriel Spark, Charles Dickens, Tobías Wolff, Doris Leasing, Ray Bradbury, Truman Capote, William Faulkner, Octavio Paz, George Bernard Shaw, H.G.Well, Harper Lee, Borges, Knut Hamsun, Steinbeck, Cela, Saramago, H. Hesse, Henry Miller, Susan Valadon, Charlotte Perkins, Conrad, Juan Rulfo, etc... Algunos de los citados galardonados con el Nobel de Literatura.

Ninguna carrera universitaria sirve a los propósitos de un buen escritor. Los escritores no se forman en una universidad ni los cursos de literatura creativa van a enseñar a nadie a escribir bien (esos cursos son una pamplina no apta para “mentes innovadoras") <<Un/a buen/a escritor/a se hace solo/a, sin necesidad de estudios o credenciales que lo avalen. Un/a escritor/a tiene que ser tan original como un/a pintor/a o cualquier otro/a artista y, nadie puede ser original, si lo que hace (o aprende) lo hace (o aprende) en un aula rodeado de otros/as muchos/as que hacen lo mismo que él/ella. Si tu intención a la hora de crear es hacer lo mismo que otros, ahórrate el trabajo de tu creación>>.

Dicen que nadie puede aprender a escribir solo, a no ser que tengas un C.I. de 160 en adelante o seas un superdotado literario. Yo creo que, para escribir, sólo hace falta echarle ganas. Los conocimientos gramaticales y ortográficos te vienen dados desde pequeños, te los enseñan en la más tierna infancia cuando tu cerebro está más receptivo (de ahí que no se olviden nunca en la vida). Los que no tengan esos conocimientos básicos (porque no han podido recibir unos estudios o no han querido estudiar) tienen dos opciones: o los adquieren de motu propio, (<<Más vale tarde que nunca>>) o, en caso contrario, mejor que se dediquen a otra cosa diferente, porque escribir, se puede escribir con alguna falta de ortografía (y no pasa nada por eso), pero un buen escritor debe tener cierto nivel, conocimientos y cultura general para poder ejercer como tal.

Recuerdo lo aburrida que me resultó la escuela y el instituto después. Era insoportable  el rollo oficial que te soltaban los profesores, unos monólogos con los que te aburrías soberanamente y de los que aprendías muy poco o nada. La universidad más de lo mismo, por eso abandoné aquella tediosa carrera que era un tostón y que no me gustaba nada. Gracias a todos estos desajustes vitales fue como me hice lectora de todo lo que caía en mis manos y hasta el día de hoy que sigo aprendiendo a diario con pasión y por vocación. Por ello, siempre seré fiel defensora de la educación autodidacta.

Mi padre fue un gran lector y un gran inventor, autodidacta, con varias patentes en su haber que revolucionaron el mundo de la producción del aceite de oliva. Compraba muchos libros: enciclopedias, los clásicos literarios, autores más actuales, colecciones, revistas especializadas... Toda mi casa estaba llena de libros, afición que seguimos después sus hijos, adquiriendo muchos más. Mi universidad es una amplia biblioteca. Si a una universidad se va a aprender, nada mejor que los libros que se leen a lo largo de toda una vida, como soporte esencial para ello. 


La lista de autodidactas notables (famosos) que ejercieron oficios, donde la creatividad es fuente primordial para realizar un trabajo determinado, es interminable: (Artistas y escritores / Actores, músicos y otros artistas / Arquitectos, ingenieros e inventores / Científicos, historiadores y educadores/ Otros ). Formados en bibliotecas desde tiempos inmemoriales, o gracias a la Red, los modernos autodidactas 3.0, el conocimiento, sin duda, es infinito. ¡Feliz búsqueda!