sábado, 3 de septiembre de 2022

Llegar a la meta

Ayer hablé de acontecimientos y, hoy hemos tenido por esta zona donde me hallo, uno con el que hemos vibrado todos de emoción y pasión. Un verdadero espectáculo de luz y color que ha merecido la pena seguir durante algunos momentos de la mañana, y que a esta hora de la tarde, creo que ya está casi en su final, llegando a la meta. Yo solo he seguido los primeros compases del mismo. Después me he puesto a otras cosas, porque como ya dije en otro post, el tiempo es oro.

En el mes de enero la gente (supongo que como tradición) suelen hacer muchas promesas de cambio (en su mayoría ilusorias). En septiembre, es cuando la energía que tienes te desborda y no paras de tener nueva ideas. Septiembre es, dentro de los doce meses que tiene un año, el mes por antonomasia. En diciembre, probablemente, las pilas se hallen otra vez al mínimo y, o las recargas, o las cambias por otras nuevas, para continuar con este camino de cada cual llamado vida.

Cuando estés cansado, descansa; o mejor planteado aún, antes de que estés muy cansado, descansa. Nunca llegues al límite de tus fuerzas, guárdate un tanto por ciento sin utilizar y sal a dar paseos al sol o siéntate a descansar en una terraza donde el sol se proyecte a medias, ni mucho mucho, ni poco poco. Descansar a tiempo o antes de que te canses demasiado, hará de tu labor un proyecto o un trabajo excelente. El cuerpo que descansa, es un cuerpo fortalecido. La mente que descansa es una mente abierta al mundo de las ideas. Y de ese mundo de las ideas, viene lo máximo a lo que podemos aspirar en la vida. Si la mente no está descansada, las ideas no son bien proyectadas ni interpretadas. Con una mente descansada y llena de energía, hasta lo más inverosímil se puede lograr. 

Final: "En septiembre, hay en el aire una extraña sensación que acompaña a la espera. Y nos hace felices y melancólicos. Una idea de fin, una idea de inicio".- Fabrizio Caramagna.