sábado, 17 de septiembre de 2022

Saturday

La vida es cíclica. La vida es cambio. Porque cada día es diferente, cada día somos otros que ya no fuimos. Minuto a minuto vamos cambiando aunque nuestra percepción de ello no se haga totalmente consciente. Ahora ya no soy la de hace dos horas. Ahora estoy aquí escribiendo esta cosa tan rara que podría llamarse dietario, “un libro de bosquejos" como alguien alguna vez lo definió, o un collage de letras que bailan sin ton ni son... Sea lo que sea, hoy el texto se escribe solo, prácticamente de forma automática. Ni siquiera me parece intervenir en el proceso. Es mi mano la que se mueve a toda prisa pulsando una tecla tras otra, formado palabras, fabricando frases que no sé ni siquiera si tienen sentido (ni ello importa tampoco). 

Hoy me levanté a las 5 a.m. Si me desvelo, ya no me vuelvo a dormir, y no me gusta dar vueltas en la cama como un trompo. Hay que aprovechar cada minuto de tiempo que te regala vida. Me levanto intentando no hacer mucho ruido para no molestar. Al sonido del pitido de la cafetera, me sirvo el primer café del día. Con mi taza de café en la mano, camino sigilosamente hacia el salón para seguir con la lectura dejada la pasada medianoche. Leo hasta las 6 y media aproximadamente. Después, me vuelvo a acostar para ver si consigo coger de nuevo el sueño, al menos, hasta las 8, por algo es fin de semana. Siempre que puedo intento dormir las 7 horas diarias como aconsejan los expertos en salud para tener la mente clara y despejada (más horas no, nunca; menos si, a veces). Dormir, en verdad, es una pérdida de tiempo. Y es que hay tanto por aprender que ni mil vidas serían suficientes para abarcar todo nuestro intento por saber más y más. Es por este motivo, que en la vida, hay que ser selectivos. Cuando alcanzas cierta edad hay que tener bien claro cuáles son tus preferencias y cuáles no. Algunas apuestas, aunque deseadas, de momento, son irrealizables. Así pues, aquí estoy, en lo realizable del ahora, del aquí y ahora.

Salida por la mañana para hacer las compras de la semana y, ya de paso, una breve parada en el kiosko de la prensa. Casi sin darme cuenta, es casi la hora del almuerzo,  Hoy pollo teriyaki sobre cama de arroz blanco. La comida, muy buena.

Por la tarde... (La tarde me la salto).

Esperando que la jornada del sábado siga su curso sin tener que mirar el reloj, pienso ya en el casi bienvenido comienzo del otoño, la estación de los colores que nos inspiran. “El otoño es una segunda primavera, cuando cada hoja es una flor", Albert Camus.

Final: Termino esta nueva entrada, con la imagen de una gran filósofa y mística francesa, autora de una de las frases más espléndidas que he leído nunca: ⬇️