jueves, 31 de mayo de 2012

Disculpas por hacer una cosa inútil

Hay argumentaciones que son imposibles. Esto no significa que no puedan llevarse a cabo. Nada ni nadie debería exigirnos explicaciones. Otra cosa es lo que ocurra en nuestra sociedad. Podéis insultarme, olvidarme, calumniarme... El juicio, la obligación de emitir sentencias populares, que versen sobre la vida de los demás, es algo que, según Beckett, arruina el pensamiento, o que lo anima, pienso yo (anima a todos aquellos que no tienen nada más importante que hacer en sus vidas). Nadie estamos libres de comentarios irónicos, sarcásticos, críticas, infamias, ignominias, bobadas... Hay un dicho que reza: "a quien quiera juzgarme le presto mis zapatos"
Nos equivocamos cuando juzgamos lo supuestamente conocido, sin damos cuenta de que estamos rodeados de un desconocimiento general profundo. El mundo duerme en la ignorancia y en el error y así nos va.
Lo que me revelan mis sentidos sólo existe para mí tal y como yo lo percibo, lo cual sería totalmente diferente para otro ser organizado de otro modo. Pensamos demasiado y sentimos demasiado poco. Todo es falso, todo es posible, todo es dudoso. 
Voy a recurrir a un post de años anteriores. No sé por qué lo borré todo. Es cuando me esfuerzo en dejar de pensar, cuando más afloran las ideas. Nadie puede arreglar este mundo roto en mil pedazos, lleno de desigualdades e injusticias. ¿Será esto lo que me trastorna el juicio? Mi vista está cansada. Mi alma agotada. Ensamblas letras y más letras sin saber qué mecanismo automático te lleva a ello, y cuando llegas al final de una lectura cualquiera, tu mente se queda como en una especie de trance momentáneo. Y te preguntas, ¿Quién ha podido escribir algo así? ¿Por qué leemos la mayoría de las cosas? ¿Por interés? Ah! lo dudo. Ya nada interesa a nadie. Nada les conmueve. Nada les resiste. Escribir es el mejor oficio del mundo. Gracias a ello, te conviertes en un ser irrecuperable, imposible, innecesario a los demás. Vives en tu mundo, y ya no esperas que te saquen de aquí, de tu paraíso personal y privado.
 
Nota:. "Lo único que se requiere para todo es una completa desfachatez".- Edgar Alan Poe.
"Un libro no es nunca moral o inmoral. Está bien o mal escrito. Eso es todo".- Oscar Wilde.
"Prefiero el silencio al sonido, y la imagen producida por las palabras ocurre en el silencio, es decir que el trueno y la música de la prosa tienen lugar en el silencio".- Faulkner.