lunes, 28 de mayo de 2012

Inteligencia prestada

Otro maldito lunes. Los lunes son como los domingos, pero con el triple de tareas. OK. Estoy siendo injusta con el día (que solo acaba de empezar) y conmigo misma, también. Las cosas hay que hacerlas cuando no hay más remedio que hacerlas, ni antes ni después, sino en su justo momento, que en mi caso, es impredecible. No me organizo nada pero al final siempre termino sacando tiempo para todo. ¿Cuántas cosas tenemos por irrealizables antes de que estén hechas o empezadas?
Si una persona tiene algo que decir y las demás no la quieren escuchar o leer lo que escribe, es preferible que se quede callada o que no escriba nada. Pero tampoco es cuestión de que nos quedemos algún día mudos, si tener nada de qué hablar, aunque sea importante. En fin... Cómo expresarme a través de una narrativa coherente que se entienda por todos es algo que no consigo ver de momento.
Tengo que dejarme de sutilezas y dar ritmo cuanto antes con la parte seria de este post. ¿He dicho seria?
Os voy a contar "fábula de los puercoespines". La fábula dice así:
"Un grupo de puercoespines quisieron acercarse mucho unos a otros en un gélido día de invierno para no helarse de frío, infundiéndose mutuamente calor. Sin embargo, sintiendo enseguida los pinchazos recíprocos de sus respectivas púas, se vieron obligados a separarse. Pero cuando el deseo de calor los llevó a acercarse de nuevo, se repitió este segundo mal; de modo que fueron pasando de un sufrimiento a otro hasta que hubieron logrado encontrar una distancia adecuada desde la cual pudieron soportarse mejor. Del mismo modo impulsa a los hombres el deseo de compañía a buscarse los unos a los otros, pero la cantidad de características repugnantes y sus defectos insoportables vuelve a separarlos de nuevo". Moraleja: A algunas personas les cuesta más que a otras tener trato con los demás. Aunque hay días que me siento muy sociable, son los más, los que me siento completamente volcada en cultivar mis capacidades intelectuales, dedicada en cuerpo y alma a leer y escribir. Esto no me aleja de la realidad ni de tener los pies en el suelo. Leo noticias y publicaciones diarias; de este modo mantengo innata mi curiosidad por cuanto ocurre en el mundo, informándome sobre las novedades en todos los ámbitos del saber.

Nota"Nada permanece constante en la vida. Ningún dolor sin final, nada de alegrías eternas, ninguna impresión permanente, ningún entusiasmo duradero, ninguna noble determinación que dure la vida entera. Todo se diluye en la corriente del tiempo. Los minutos, los incontables átomos de pequeñeces en los que culmina cualquier afán son los gusanos que corroen y destruyen todo acto de grandeza y de valentía. La bestia terrible de lo cotidiano ejerce su terrible presión sobre lo que desea elevarse, hundiéndolo y destruyéndolo. No hay nada serio en la vida, pues lo que polvo es carece de valor".
Fuente textual o de inspiración: Schopenhauer. Vida del filósofo pesimista, de Luis Fernando Moreno Claros.