martes, 15 de mayo de 2012

Toc, toc, toc... ¿Se puede?

Una día más, intento hablar, pero mi voz es pisoteada por mi propia inseguridad. La crítica se está convirtiendo en un verdadero género literario, o en un montón de fuerzas impotentes. No hay nada más inédito que lo ya publicado.
¿Qué hemos aprendido que nos resulte realmente útil? Cuando contemplamos el mundo, no siempre vemos la claridad de lo que tenemos delante.
No entiendo qué más queréis de mí ni tan siquiera porqué me seguís en estos monólogos internos. Si tengo algo que decir, lo publicaré; cuando no haya nada que decir, no me veréis por aquí. Tenéis mi permiso para husmear en mis pensamientos. Llevo tanto tiempo escuchando "pequeñas tonterías" por aquí y por allá, de unos y de otros, que esto no puede acabar así. Hay que terminar con los infantilismos primarios, empezando por mí misma. Lo reconozco, a veces parezco tan aniñada como Andy Warhol, que siempre sufrió por este complejo. Nos revelamos más en las pequeñas cosas que en las grandes. Siempre podré seguir mintiendo tranquilamente, diciendo la verdad.
Lo siento, es tarde, tenemos que separarnos de nuevo hasta un nuevo post. Estoy exprimida, agotada.
Por cierto..., me he dado cuenta, que cada uno de vosotros está dotado de un sentido del humor característico. Ya os veo venir. De repente, el publico estalló en una enorme risotada, siendo los menos los que enrojecieron como un tomate. 
"Por no saber qué decir, pagaré el haber callado. Jamás perdona el silencio a quien ha callado". Jose Emilio Pacheco.

Nota: La humanidad entera está enferma y, esa enfermedad se ha convertido en un estado natural de la mente humana. La neurosis no es una causa aislada, es una epidemia en la actualidad. Algo parecido a esto, aunque no sé si literal, se puede leer en El libro del ego, de Osho.