domingo, 27 de mayo de 2012

Una figura extraña

La vida es un engaño demasiado serio para que podamos entenderlo. La mañana es un espejo; la tarde, una ficción; la noche, un sueño. ¿Habéis olvidado la mecánica de nuestros juegos?. ¿A qué estamos jugando? ¿Cúal es el sentido de nuestros juegos? Hemos jugado tanto que algunos ya no sabemos cómo se juega ni a qué jugamos. ¡Juguemos! ¡Salgamos de lo que tenemos que hacer!
Me escapo de mí, de la que soy, de lo que siento, de lo que hago, para multiplicarme en vanas otras yo misma, que son igual a mí y que no son sino una imagen de mí misma que no soy yo.
Estamos aquí, ¿no es cierto? Todos estamos aquí soñando despiertos, comunicándonos a través del espejo de nuestras voces.
Perdonad, necesito tiempo para encararme con las dificultades que plantea esta elección de escribir en un blog. 
El lenguaje es sólo palabras. Cruzan por mi mente los mismos pensamientos inútiles, inútiles para alguien como yo. ¿Quién soy yo, a fin de cuentas?
Mi viaje intelectual, iniciado en mis años de soledad, no sé si está llegando a su fin. ¡Al diablo con la historia, la filosofía, la narrativa, las contradicciones del arte! Todo esto es lo contrario de lo que soy. ¿O es esta ambivalencia la que me delata? Me asombra estar diciendo todo esto. Pero no hay escapatoria. Todos los intentos de huida conducen de vuelta al origen. ¿Huir de qué? ¿De quienes? ¿Huir de mi misma?...
¿Cómo saber lo que sucede tal como sucede? No es posible saber nada. Todo lo que no sabemos es asombroso, incluso aquellas cosas que pasamos por saber. Ni siquiera sé si mis corazonadas tienen sentido o si estoy manifestando mi desconocimiento de otros seres humanos. Me veo forzada a imaginar. Es mi trabajo. Es imposible o al menos muy difícil saber la verdad en esta vida.
Hay que respetar el pasado, rendir culto al pasado, al presente y al futuro. Tenemos que sentirnos "cómodos" en el mundo y llevar unas pautas de vida saludables. No os confundáis, no estoy hablando de la "tiranía del decoro".

Nota: Así son las cosas. En fin... ¡Qué generoso por mi parte haberos concedido de nuevo mi presencia a través de esta ventana abierta al mundo¡ Debemos afirmarnos a través de una enseñanza individualizada, autodidacta. No se trata de inteligencia, ni tampoco de equilibrio. ¿Escribo sólo disparates? No estoy tan segura de que así sea, pero no soy yo quien debe juzgar ese detalle.

Una pequeña parte de este post contiene una fuente textual o de inspiración: La mancha humana, de Philpip Roth.